Amalgama, grupo de música folk, en Valoria la Buena
Un nuevo rumbo para nuestro grupo de música folk
Después del concierto de Matapozuelos, nos dirigimos a un nuevo rumbo para nuestro grupo de música folk: Valoria la Buena. Un pueblo que, aunque pertenece a Valladolid, está muy cerquita de Palencia. Se accede desde Dueñas, cruzando el Pisuerga, a 8 km. Por el camino observamos el chozo de la Costana, donde lo lejos ya se divisa la iglesia de San Pedro.
Además, en Valoria se encuentra el Museo del Cántaro donde se encuentran piezas de alfarería de gran valor antropológico. En este espacio se pone en valor este oficio noble y artístico que forma parte de la cultura tradicional de nuestros pueblos y que poco a poco, por desgracia, está desapareciendo.
Un escenario de lujo
Hoy 8 de diciembre hemos compartido junto el público de Valoria la Buena (Valladolid) un nuevo concierto: «Un viaje hacia nuestras raíces» en el Centro Cultural Josefa Gaona. Nos sorprendió lo moderno y bien dotado que estaba todo el recinto: la calefacción con termostato, la iluminación led, el escenario con telón, altavoces, cuadro de focos, mesa de sonido, 160 butacas con inclinación del suelo hacia la escena, sus camerinos tras el telón, bastante completos con baño, espejo y muy espaciosos. La entrada al recinto es muy amplia, en el lateral izquierdo se encuentran los carteles en cartón pluma de todos los grupos que hemos pasado por aquí. Nos hace mucha ilusión que nuestro cartel permanezca junto a otros artistas importantes de diversas partes de nuestra geografía.
El nuestro es trabajo de diseño gráfico de Marimar Pozo, nuestra cantante y diseñadora de Amalgama, con inspiración en los viajes marítimos y en el disco que presentábamos esa tarde «Un viaje hacia nuestras raíces».
En la pared contigua había una placa en donde constaba que D. Amancio Ortega Gaona, el dueño de Zara e Inditex, era el que había hecho posible la construcción del Centro Cultural, siendo hijo predilecto de Valoria la Buena. Y, además, dedujimos que D. Josefa Gaona, quien da nombre al centro, era su madre.
Un concierto folk para público infantil
Acabando la prueba de sonido comenzó a entrar el público. Prácticamente estaba lleno, y la amplia mayoría, para nuestra sorpresa, eran niños, algunos solos, sin sus padres. También había matrimonios jóvenes.
Comenzó el concierto y poco a poco fueron participando niños y mayores. Los pequeños interactuaban con el grupo Amalgama, aplaudían y se reían con nosotros. Incluso escribieron al final en nuestro libro de firmas, palabras como «mola», o «me ha gustado mucho».
Una señora se acercó también a felicitarnos y nos comentó que propondría al Ayuntamiento que volviéramos algún día, ya que si algún grupo folk gustaba podría volver.
El folk sí gusta a los niños
En lugares como éste, nos damos cuenta que el folk siempre tiene cabida en los niños, y comprobamos cómo nuestro grupo realiza ese acercamiento a los más pequeños para que el folk y la música tradicional no se pierda.
Esta experiencia ya la hemos sentido en otras ocasiones, en la que los niños se han acercado a decirnos lo mucho que les ha gustado.
El folk es el gran desconocido para los niños. En las escuelas no se fomenta su aprendizaje, lo cual es un error. El folklore forma parte de nuestras raíces. Tenemos que saber de dónde venimos para poder comprender nuestra verdadera identidad. Comprender la música europea no nos identifica, no es nuestra cultura.
A medida que descubrimos canciones, y si además también conocemos a los informantes, más sentimientos de apego obtenemos por el folklore, ya que es la verdadera expresión del sentimiento.
Amalgama, somos una familia que busca transmitir de padres a hijos la música folk desde pequeños, que es parte de nuestra historia.